Escucha activa
La escucha activa es una técnica de comunicación que consiste en escuchar atentamente a la otra persona, sin interrumpirla, mostrando interés y reformulando para confirmar la comprensión. Implica apertura, empatía y no juzgar.
La escucha activa es una técnica de comunicación que consiste en escuchar atentamente a la otra persona, sin interrumpirla, mostrando interés y reformulando para confirmar la comprensión. Implica apertura, empatía y no juzgar.
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona, percibir y comprender sus emociones, necesidades y preocupaciones, sin compartirlas necesariamente. Nos permite adoptar una postura de escucha comprensiva y descodificar las señales emocionales verbales y no verbales.
La iniciativa es la capacidad de actuar de forma proactiva, proponiendo ideas y anticipando necesidades o problemas sin esperar instrucciones explícitas. Esto implica mostrar audacia, autonomía y cierto sentido de la responsabilidad, sin dejar de tener en cuenta el marco colectivo.
La gestión del estrés es la capacidad de reconocer, comprender y regular las propias reacciones emocionales y fisiológicas ante la presión, el cambio o una situación percibida como amenazante. Implica trabajar sobre uno mismo, los pensamientos, el cuerpo y el entorno para mantener el equilibrio y el rendimiento.
La gestión del tiempo es la capacidad de planificar, organizar y priorizar eficazmente las actividades, en función de los objetivos, los plazos y los recursos disponibles. Se basa en el conocimiento de los propios ritmos, prioridades y hábitos, con el objetivo de optimizar la energía y la productividad.