A medida que las empresas tratan de mejorar los conocimientos lingüísticos de sus empleados, la inteligencia artificial (IA) se va abriendo paso poco a poco en los sistemas de formación. Hablamos con George Wilson, Director de Programas de Inglés y Educación Escolar del British Council, para averiguar qué puede hacer realmente la IA por el aprendizaje de idiomas.

[Entrevista]
Consejo Editorial de ORSYS: ¿Desde cuándo y por qué se interesa el British Council por la IA?
George Wilson: El British Council existe desde hace más de 90 años y su misión principal es la enseñanza del inglés. Para mantener nuestra posición de liderazgo, es esencial anticiparnos a la evolución futura. La organización lleva mucho tiempo interesada en la tecnología educativa, y la IA no es más que la última iteración, un paso más en el camino de la innovación... Es esencial no sólo comprender, sino también dar forma a las herramientas de IA para que sean eficaces y no perturben negativamente el aprendizaje de idiomas. En 2024 publicamos un informe sobre el uso de la IA en la enseñanza del inglés, actualizado en julio del mismo año para reflejar los avances más recientes. Queremos hablar de la IA con conocimiento de causa y de forma útil, para convertirla en una palanca de calidad en nuestra práctica.
¿Puede la IA personalizar eficazmente el aprendizaje de idiomas?
La promesa de personalización que ofrece la IA suscita muchas expectativas. La palabra "personalizar" contiene la palabra "persona". Y esta personalización no es nada nuevo: los profesores llevan haciéndolo desde siempre. Lo que ha cambiado es que la IA permite automatizarla y perfeccionarla a gran escala. Pero la IA sigue siendo una herramienta. No sustituye al profesor ni a la interacción humana. Puede contribuir a la eficacia de la formación, como hizo Internet en su día.
La aculturación a la IA requiere, por tanto, la formación de los profesores. Será necesario apoyarles para que puedan apropiarse de las herramientas de la IA con la mayor eficacia posible.
Esta transformación requiere apoyo. A todos nos preocupa la aculturación a la IA. No se trata sólo de dominar las herramientas, sino de reflexionar sobre cómo utilizarlas en nuestras prácticas profesionales, con un espíritu de responsabilidad. El British Council ha publicado guías de buenas prácticas apoyar a los profesores y los centros escolares en esta transición. En Francia, esta dinámica se apoya en una reciente carta del Ministerio de Educación francés (junio de 2025).
¿Qué tipo de herramientas de IA son las más prometedoras para el aprendizaje del inglés? ¿Cómo podemos garantizar que estas herramientas sigan estando centradas en el ser humano y fomenten un progreso real?
La inteligencia artificial generativa y los grandes modelos lingüísticos (LLM) ocupan hoy un lugar central. Tienen el potencial de revolucionar e influir en nuestra forma de aprender idiomas, pero también de cuestionar nuestra relación con la comunicación en lenguas extranjeras, dados sus impresionantes resultados de traducción. Las herramientas de traducción automática deben utilizarse siempre con discreción. Facilitan los intercambios, pero no sustituyen a la expresión personal ni a la comprensión cultural. La lengua forma parte de nuestra identidad.
¿Cree que los conocimientos lingüísticos perderán importancia en la era de los traductores automáticos?
Puedes utilizar un traductor para ir más rápido, pero una conversación sincera, una relación de confianza o amistad no pueden establecerse a través de una IA. Hablar un idioma también significa hacerse valer, tomar decisiones que nos definen. La IA puede amplificar nuestra expresión, pero no debe sustituir nuestra voz. Es esencial conservar el control sobre el mensaje que transmitimos.
Hablemos de buenas prácticas y del camino a seguir. ¿Qué consejos daría a una empresa que desee mejorar el nivel de inglés de sus empleados?
Cuando una empresa quiere mejorar el nivel de inglés de sus empleados, primero debe tener en cuenta que cada alumno es único. Con demasiada frecuencia, los cursos de formación están estandarizados, basados en niveles lingüísticos rígidos, mientras que cada individuo tiene sus propias necesidades lingüísticas y profesionales. Por eso es crucial recurrir a expertos que puedan evaluar estas necesidades específicas y diseñar cursos realmente personalizados. Un director general no utiliza la lengua inglesa de la misma manera que un vigilante de seguridad: los usos son diferentes, y los objetivos también.
También tenemos que alejarnos del mito de la perfección lingüística. Lo que importa es la capacidad de expresarse con claridad y eficacia. A muchas personas su acento les frena a la hora de hablar, a pesar de que es una ventaja y una seña de identidad que hay que preservar. Hay que cultivar la confianza, no la obsesión por la perfección.
Por último, es esencial recordar que enseñar inglés no es algo que se pueda improvisar. Hablar inglés no basta para ser profesor. Es una profesión que se basa en sólidos conocimientos de pedagogía, lingüística y experiencia acumulada. Elegir a los profesionales adecuados es garantizar una formación de calidad.
¿Así que no todos tus profesores de inglés son nativos?
Los mejores profesores no son necesariamente nativos. Lo que cuenta es el dominio de la lengua y la capacidad de enseñarla. Debemos superar la idea de que el origen determina la legitimidad. La diversidad de orígenes y experiencias enriquece el aprendizaje.
¿Cómo cree que evolucionará la formación lingüística en los próximos cinco años?
Actualmente estamos llevando a cabo varios proyectos de investigación en el marco de nuestro estudio, El futuro del inglés. Este estudio explora ocho grandes temas, entre ellos: ¿hasta qué punto las necesidades profesionales redefinirán los métodos de aprendizaje? Las respuestas aún no están claras, pero una cosa es cierta: el futuro de la enseñanza de idiomas debe basarse en principios sólidos.
Tenemos que alejarnos de una visión centrada exclusivamente en los hablantes nativos. El inglés pertenece a todos los que lo utilizan, y hoy en día hay más personas que lo hablan como segunda lengua que como lengua materna. Esta es la realidad que hay que reforzar: la confianza, la apropiación, el uso cotidiano, ya sea profesional, afectivo o académico.
La tecnología desempeñará un papel central en esta transformación. Ya está abriendo nuevas perspectivas, al facilitar el acceso a formatos de enseñanza híbridos o a distancia más flexibles e integradores. Como hemos visto desde la pandemia, la enseñanza en línea ha revolucionado las prácticas, sin eliminar la necesidad de la enseñanza presencial. Este nuevo equilibrio permite adaptar mejor las herramientas pedagógicas a cada situación. También allana el camino a un enfoque más integrador, en el que las lenguas maternas y el multilingüismo tienen el lugar que les corresponde en el aula de formación, lejos de la idea de que sólo debe utilizarse la lengua meta.
Más información sobre el trabajo del British Council para apoyar la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación del inglés en Francia: https://www.britishcouncil.fr/en/programmes/english-programmes/education